"Vamos a tomarnos un capuchino en el Lago de Garda."  frase  popular entre los vecinos de Múnich.

A mediados de los años 50  la Alemania de la posguerra comenzaba a salir a flote , ya se podían encontrar alimentos en los supermercados y buenas dosis de volver a viajar , salir de nuevo de vacaciones al extranjero , la primera opción por proximidad era Austria y la segunda en busca del mar, Italia.

 No fueron tiempos fáciles para emprender largos viajes ,carreteras estrechas y deterioradas ,puertos de montaña complicados para los vehículos de la época ,tanto de subida como de bajada, de subida por falta de potencia y además con exceso de carga y de bajada por la falta de unos buenos frenos.Viajar era complicado en la década de los 50 pero par los alemanes la propia confianza y la Victoria en 1954 de la Copa del Mundo en Suiza contribuía a visitar países vecinos , para los occidentales la canción de Capri-Fischer tenía a toda la nación soñando con una puesta de sol junto al mar

Tomar un Capuchino como excusa  a casi 4 horas de Munich en el Lago de Garda pasando por el puerto de montaña de Brennero era más 
que una aventura, ya no sorprenderse a si mismos sino que disfrutar del entorno, de sus mecánicas, sencillas pero fiables, capaces de todo , 
la familia al completo, buen mantel y comida para los agradables  Picnics. Para los Isetta BMW o Messerschmitt Kabinnenroller el Puerto 
de Brennero era una faena seria que requería buenos descansos y buena despensa.

El paso de Brenner (Brennero) paso de montaña a través de los Alpes entre las fronteras de Italia y Austria.