Tras la aparición del Chevrolet Corvette, en el mercado Americano, sufriría cierta dosis de creatividad para paliar y contrarrestar los efectos detonantes del suntuoso deportivo, para Pontiac, el Bonneville sería la respuesta acrecentada de velocidad e ilusionismo, como su capota de plexiglas al estilo aeronáutico.

Tan solo dos unidades del Pontiac Bonneville de 1954 fueron construidas.